Fiesta de la Virgen de Araceli

Los primeros rayos de sol presagiaban un día lleno de emociones. Después de una semana con el tiempo revuelto, el domingo 2 de mayo el sol lucía esplendoroso porque, a las 11.00 de la mañana, la comunidad de la Parroquia de Nuestra Señora de Araceli se reuniría para celebrar el día de su Madre y Protectora.

Todo estaba dispuesto... la Virgen engalanada, las flores con la que los hermanos y hermanas la ofrendaban, los ojos de los habitantes del barrio que dejaban traspasar amor e ilusión y las notas del coro que repetían, una y otra vez, que "aquí estamos otra vez, para cantarte por sevillanas...".

Un día que, a pesar de las restricciones de la pandemia, nos dejó el buen sabor de sentirnos comunidad, de sentirnos bendecidos con nuestra Madre María y, de manera especial, porque gracias al sí de una joven Virgen, la humanidad ha sido recreada con la Vida de su Hijo muerto y resucitado.

Después de las despedidas con vítores a María y una que otra fotografía, marchamos a casa con la esperanza puesta en que en el 2022 la Virgen pueda, una vez más, recorrer las calles de nuestro barrio.