Hospitalida y Acogida. MIGRACIONES

HOAPITALIDAD Y ACOGIDA - MIGRACIÓN

Compartimos la situación en este curso 2021-2022: el equipo de acción está compuesto por 5 personas con distintas actuaciones tanto en la zona de Levante como en la del Poniente almeriense, colaborando con diferentes instituciones: Las Mercedarias de la Caridad con base en San Isidro de Níjar, Religiosas del Sagrado Corazón y Fundación Cepaím con base en Las Norias de El Ejido.

Nuestra presencia se concreta en los asentamientos de ATOCHARES (con una población procedente de Ghana y Marruecos) y de SAN AGUSTÍN (procedentes de Marruecos), en los cortijos de SAN SILVESTRE y en la escuela BANTABÁ (con procedencias mayoritarias de Senegal y Marruecos).

A través de pequeños programas de alfabetización y enseñanza de la lengua española y de acciones de seguimiento sanitario (fundamentalmente a mujeres) intentamos ser presencia que pueda escuchar, orientar y acompañar a las personas migrantes.

A finales de Octubre se produjo otro incendio en el asentamiento de Atochares, el tercero en los últimos nueve meses. El fuego calcinó unas 20 chabolas y afortunadamente, como en los casos anteriores no hubo víctimas personales. En total son más de 400 personas afectadas por estos incendios, con pérdida de todas sus pertenencias, en algunos casos incluida su documentación. Con motivo de los incendios seguimos colaborando en pequeños programas extraordinarios de ayuda de emergencia como las recogidas y repartos de colchones, cocinas y bicicletas.

Esta presencia y acompañamiento nos lleva a ser testigos de situaciones graves de una gran vulnerabilidad y sufrimiento. Personas que se ven privadas de los derechos más elementales como son la vivienda, el agua, la luz... y por encima de todo, ser reconocidos como parte de nuestra sociedad.

Y en estas situaciones, en cada uno de esos rostros que nos encontramos, sentimos la llamada a reconocer al mismo Cristo sufriente. En los pobres, en los crucificados de hoy de nuestra humanidad. Rostros que nos hablan de dignidad rota y que son un grito que nos invita a la acogida, a la fraternidad, a seguir trabajando por un mundo más justo y solidario. Porque seguimos creyendo que el Reino de Dios es posible aquí y ahora.